martes, 21 de abril de 2009

BIOENERGETICA Y ENZIMAS

Sistema


Un sistema (lat. systema, proveniente del griego σύστημα) es un conjunto de funciones, virtualmente referenciada sobre ejes, bien sean estos reales o abstractos.

Seres vivos como sistemas abiertos

Todos los sistemas vivos operan y evolucionan dentro de los límites de
las leyes básicas de la física y de la química. Así, las leyes de la termodinámica
que establecen las relaciones que se producen entre las distintas
formas de energía y sus transformaciones, son particularmente importantes
para comprender la vida.

Desde el punto de vista de la termodinámica, los seres vivos son sistemas
abiertos, es decir, intercambian materia y energía con el medio.

De acuerdo con la primera ley de la termodinámica o ley de la conservación
de la energía, la energía puede transformarse de una forma en
otra y se mantiene constante en el universo. En este sentido, la energía
proveniente del Sol llega a la Tierra en forma de luz y calor. En las plantas
y en las bacterias fotosintéticas, la energía lumínica es utilizada para
sintetizar moléculas orgánicas, por medio de la fotosíntesis. En este proceso,
se unen moléculas simples, a través de enlaces químicos, formando
moléculas más complejas, como los azúcares. La energía presente en
estos enlaces, es una forma de energía química que, posteriormente, a
través de reacciones de oxidación que ocurren en el interior de las células,
los organismos transforman en otros tipos de energía que les permiten
efectuar sus funciones vitales (nutrición, reproducción y relación).

Todos los procesos de la vida requieren energía. Las plantas transforman la
energía lumínica del Sol, en energía química, que se almacena en los enlaces
de las moléculas sintetizadas durante la fotosíntesis. Cuando estos enlaces se
rompen, liberan energía, la que es utilizada para llevar a cabo los procesos
metabólicos del vegetal. Luego, un animal al alimentarse del pasto, utiliza
la energía que las plantas transformaron y almacenaron, para realizar sus
propias reacciones químicas.

Termodinámica

La termodinámica (del griego θερμo-, termo, que significa "calor" 1 y δύναμις, dinámico, que significa "fuerza" 2 ) es una rama de la física que estudia los efectos de los cambios de la temperatura, presión y volumen de los sistemas físicos a un nivel macroscópico. Aproximadamente, calor significa "energía en tránsito" y dinámica se refiere al "movimiento", por lo que, en esencia, la termodinámica estudia la circulación de la energía y cómo la energía infunde movimiento. Históricamente, la termodinámica se desarrolló a partir de la necesidad de aumentar la eficiencia de las primeras máquinas de vapor.

El punto de partida para la mayor parte de las consideraciones termodinámicas son las leyes de la termodinámica, que postulan que la energía puede ser intercambiada entre sistemas físicos en forma de calor o trabajo. También se postula la existencia de una magnitud llamada entropía, que puede ser definida para cualquier sistema. En la termodinámica se estudian y clasifican las interacciones entre diversos sistemas, lo que lleva a definir conceptos como sistema termodinámico y su contorno. Un sistema termodinámico se caracteriza por sus propiedades, relacionadas entre sí mediante las ecuaciones de estado. Éstas se pueden combinar para expresar la energía interna y los potenciales termodinámicos, útiles para determinar las condiciones de equilibrio entre sistemas y los procesos espontáneos.

Con estas herramientas, la termodinámica describe cómo los sistemas responden a los cambios en su entorno. Esto se puede aplicar a una amplia variedad de temas de ciencia e ingeniería, tales como motores, transiciones de fase, reacciones químicas, fenómenos de transporte, e incluso agujeros negros. Los resultados de la termodinámica son esenciales para otros campos de la física y la química, ingeniería química, ingeniería aeroespacial, ingeniería mecánica, biología celular, ingeniería biomédica, y la ciencia de materiales por nombrar algunos.

Leyes de la termodinámica

Primera ley de la termodinámica

También conocido como principio de conservación de la energía para la termodinámica, establece que si se realiza trabajo sobre un sistema o bien éste intercambia calor con otro, la energía interna del sistema cambiará. Visto de otra forma, esta ley permite definir el calor como la energía necesaria que debe intercambiar el sistema para compensar las diferencias entre trabajo y energía interna. Fue propuesta por Antoine Lavoisier.

Que aplicada a la termodinámica teniendo en cuenta el criterio de signos
termodinámico, queda de la forma:

Segunda ley de la termodinámica

Esta ley regula la dirección en la que deben llevarse a cabo los procesos termodinámicos y, por lo tanto, la imposibilidad de que ocurran en el sentido contrario (por ejemplo, que una mancha de tinta dispersada en el agua pueda volver a concentrarse en un pequeño volumen). También establece, en algunos casos, la imposibilidad de convertir completamente toda la energía de un tipo en otro sin pérdidas. De esta forma, La Segunda ley impone restricciones para las transferencias de energía que hipotéticamente pudieran llevarse a cabo teniendo en cuenta sólo el Primer Principio. Esta ley apoya todo su contenido aceptando la existencia de una magnitud física llamada entropía tal que, para un sistema aislado (que no intercambia materia ni energía con su entorno), la variación de la entropía siempre debe ser mayor que cero.

Debido a esta ley también se tiene que el flujo espontáneo de calor siempre es unidireccional, desde los cuerpos a temperatura más alta a aquellos de temperatura más baja.

Existen numerosos enunciados equivalentes para definir este principio, destacándose el de Clausius y el de Kelvin.

Enunciado de Clausius

En palabras de Sears es: "No es posible ningún proceso cuyo único resultado sea la extracción de calor de un recipiente a una cierta temperatura y la absorción de una cantidad igual de calor por un recipiente a temperatura más elevada".
Enunciado de Kelvin

No existe ningún dispositivo que, operando por ciclos, absorba calor de una única
fuente y lo convierta íntegramente en trabajo.

Otra interpretación

Es imposible construir una máquina térmica cíclica que transforme calor en trabajo sin aumentar la energía termodinámica del ambiente. Debido a esto podemos concluir que el rendimiento energético de una máquina térmica cíclica que convierte calor en trabajo siempre será menor a la unidad y ésta estará más próxima a la unidad cuanto mayor sea el rendimiento energético de la misma. Es decir, mientras mayor sea el rendimiento energético de una máquina térmica, menor será el impacto en el ambiente, y viceversa.